Llego cansado a cenar a casa de mi
abuela. Como casi siempre tiene puesto un telediario a estas horas, en este
caso el de La Sexta. El accidente de Santiago, los incendios de Mallorca y
Bárcenas son los temas principales. Cuando llegan los deportes, algo me
impacta. Después de, como siempre, echar la culpa de la mala posición de Alonso
al Ferrari, escucho que el Real Madrid está dispuesto a pagar más de 93
millones de euros por Gareth Bale. Surrealista.
A las 9:30 de la mañana sonó el
despertador. Estaba cansado pero me levanté contento. El año pasado me enteré
tarde de que se iba a disputar el Campeonato del Mundo de Larga Distancia de
Triatlón en Vitoria-Gasteiz y no me hice voluntario a tiempo para que me
llamasen. Pero este año sí. Un poco tarde pero acabaron llamando para ir de
voluntario al Challenge. De 12 de la mañana a 6 de la tarde para controlar los
cruces de la zona de las universidades.
Llegué a donde habíamos quedado, y
allí nos explicaron lo que teníamos que hacer. Dimos la vuelta por nuestra
zona, colocamos y señalizamos, y para la una y media que llegó el primer
corredor cada uno estábamos en nuestro puesto intentando que todo saliese bien.
Y por lo menos en lo que a mí respecta, salió.
Poco trabajo que hacer hubo en cuanto
a controlar el tráfico. Por ello, no quedaba más que señalar el camino y animar
a los cada vez más corredores que entraban al circuito a pie. Los primeros
fueron los profesionales, los que más frescos se les veía. Cuanto más puestos
atrás ibas, más cansados estaban, más corredores iban andando. Después de 3,8
kilómetros de nado y 180 de ciclismo, normal.
Ciudadanos que no se habían enterado
del evento preguntaban qué era. La mayoría expresaban admiración hacia los
deportistas, y muchos de ellos se quedaban un rato a animar. En cambio, alguno
que otro al enterarse que el primer corredor ya había llegado a meta hace más
de una hora de cuando preguntaba, decía que ya solo quedaban los malos por llegar. Recuerdo
ahora, a posteriori, con especial “cariño” a un señor. Un señor acompañado de
un niño con la camiseta del Real Madrid. Ese club que está dispuesto a
gastarse, repito, NOVENTA Y TRES MILLONES DE EUROS por un jugador.
¿Creerá ese señor que Bale es bueno?
¿Creerá que Bale, o cualquier jugador de su equipo, es bueno? Indudablemente
sí. Y no lo voy a poner en duda. En cambio, los que SOLO son capaces de terminar
un triatlón de estas características, según su criterio, son malos. Quizás Bale
tenga ese precio, y Cristiano o Messi el suyo, pero no valen lo que cualquiera
de los que participaron en este evento.
Posiblemente ningún futbolista (ni
ningún jugador de baloncesto, balonmano…) sepa lo que es realizar un esfuerzo
de estas características. En cambio, ¿cuánto cobran los mejores de un lado, y
los mejores de otro? Muchos de los participantes pagaron por poder participar,
no cobraron un duro. Estos Superhombres y Supermujeres sí que valen, y no Bale.
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